29 abril 2006

Lo que quieras oir

A veces podemos permitirnos inventarnos una historia, que nos saque de la nube negra, que nos ayude a entender todo, que nos haga menos vulnerables.
A veces solo nos queda eso.

22 abril 2006

Tell me quando



"Un hola sin eco
un adios maquillado
una llamada sin contestar
una carta al vacío
de ahí algo es tuyo, el resto es mío."


Miro por la ventana mucho más allá del horizonte, sin parpadear, mantengo las manos encima del teclado del portátil moviendo rítmicamente los dedos sin llegar a presionar ninguna tecla, falto de ideas en un tarde gris, de esas de las que los pajaritos cantan y las nubes se levantan, ¿para cuando el chaparrón?, solo es cuestión de paciencia.

Trato de relajarme y de buscar un estímulo para poder escribir, estas cuatro paredes las tengo muy vistas, y el paisaje del exterior es demasiado apagado, se me ocurre hacer sonar "tell me quando" interpretado por Michael Buble y Nelly Furtado, aprovecho para encender mi lucecita roja de las ocasiones y decido acabar con la tarde gris y comenzar a , ya no se si seducir o dejarme seducir por mi soledad.

El ambiente es propicio, no podrá resistirse, me siento cómodo con ella, y ella conmigo. Es la única que siempre está ahí cuando la busco, ella no entiende de saludos sin eco. Siento como se aproxima a mí por mi espalda ¡acércate un poco más!, sutilmente pulso sobre un botón de la cadena de música que hará repetir este tema una y otra vez, no quiero que termine nunca la canción...
Que voz tan dulce tienes soledad. Cuando cantas solo para mí deseo congelar todo lo que me haces sentir, y a veces lo consigo. No hay relojes, apagamos nuestros móviles, sería incapaz de explicar ahora lo que significa el tiempo. Lástima que nadie entienda que es contigo con la que quiero quedarme para siempre, pero jamás lo aprobarán.

Se que me engañas con otros cada día, porque ellos me hablan de tí, pero cuando te vas, jamás me dejas solo.
Quiero que sepas que a pesar de eso, te esperaré cada noche al ir a la cama, cada mañana al despertar...

Creo que vuelvo a fallarte, querida soledad, olvidé desconectar el teléfono fijo. Ponte cómoda y espérame, te dejó con la canción, no tardaré en volver.

.....
Tell me when will you be mine
Tell me quando quando quando
We can share a love devine
Please don't make me wait again

When will you say yes to me
Tell me quando quando quando
You mean happiness to me
Oh my love please tell me when
.....


... Desde luego que suena mejor que se lee.

19 abril 2006

Antología del ridículo (AKA de ridículos y similares)



Acabo de dejar marchar a dormir a Del, mi amiga en la distancia, futura socia, antiguo amor platónico y a quien le dedico este post. Hablando de todo un poco, más bien de poco que de todo, hemos llegado a la conclusión de que he hecho uno de los mayores ridículos de la era web 2.0

Y digo esto porque lo he hecho precisamente a través de este blog, creado en un primer momento para dedicarle algo a una persona y utilizado después para desahogo personal.

Ridículo es una palabra con muchas definiciones pero a todos nos viene la misma a la cabeza. El ridículo se puede hacer de muchas formas, por ejemplo, puede que un día vayas caminando, te encuentres con uno de tus amores imposibles por la calle mientras vas acompañada de tu madre, él se acerque y tú, aparte de hablar del tiempo porque te sientes bloqueada solo haces que ir poniéndote roja, cada vez más, al mismo tiempo ayudada por los nervios, consigues que tu paraguas caiga al suelo tres veces en menos de dos minutos. Por un momento te sientes un poco Bridget Jones, pero después de esos dos eternos minutos él se va, tú pasas el recortado informe a tu madre acabando con un "que pasa?" en plan defensivo.

Aparte de esta típica forma de hacer el ridículo, existen otras. Por ejemplo, nunca debes ofrecerte a desaparecer cuando no existes, puede quedar pretencioso, sobre todo si lo interpreta una mujer [he de matizar que este comentario ha sido fruto de un estudio que demuestra que las mujeres son enrevesadas en sus interpretaciones, no es un mito, la estadística está ahí. El estudio no es mío, es de Sigma-2].

Lo peor de hacer el ridículo es darte cuenta que lo has hecho a posteriori, vale, de acuerdo, te has evitado pasar el mal trago en el momento pero... cuando no te enteras de que has quedado en ridículo, implicitamente además estás haciendo el idiota.

Es difícil salir de forma honrosa de una situacíon de ridículo, además intentarlo es como jugar a doble o nada y otro estudio de estos demuestra que las posibilidades de salir airoso de una situación de ridículo son mínimas así que yo en lugar de eso he pensado que voy a llevar mi ridiculo con dignidad. Mañana encargaré una camiseta que dejen leer "se que he hecho el ridículo, ¿y qué?".

Evidentemente disculparme por si he podido agobiar, ofender o molestar sería acentuar el ridículo hecho. Espero que en lugar de eso, si alguien se ha sentido aludido/a, tan solo haya disfrutado del momento y se haya conseguido reir o como mucho, haya sufrido un ataque de importancia que le pueda haber subido un poco su ego, y no por el contrario haya reaccionado como comenté al principio del párrafo (agobiándose, ofendiéndose o molestándose).

Dicho esto, mal dicho supongo dadas las horas y ahora que estoy falto de inspiración, me he propuesto abrir un nuevo blog. En ese si hay situaciones de ridículo serán voluntarias, al fin y al cabo, lo que mejor se me ha dado es hacer reir a la gente y reirme de mi mismo. No se si es hora de poner el cartel de cerrado a este blog con la nueva razón social pero creo que no va a poder ser porque todavía no he empezado a buscar local. Mientras tanto intentaré al menos acabar la historia que tengo pendiente.

Y recuerda Del, a la hora del café NPC, el día a día es una batalla, las batallas se ganan empleando tácticas... El fin justifica los medios, aunque a mí nunca se me dieron bien los juegos de estrategia, a pesar de que sabía como debía jugar, al menos como no debía hacerlo.

18 abril 2006

Suspendido en técnicas de olvido


"Ahora que nadie me ve, ahora que solo tu me lees te diré que hubo un día que por tí lloré"

...y es que a pesar de todo sigo soñando que alguna vez sere tuyo y
por más que intento olvidarte no lo consigo.

¿Qué puedo hacer? me preguntaba.
Todo salía al revés, los días de soledad se transformaban en semanas, tu silencio me contagiaba, ya no me quedaban palabras. El segundero del reloj me indicaba que ya había pasado otro minuto más sin noticias tuyas.

Ahora es tarde y ya no conservo ninguna esperanza y solo tengo un vacío me llena. Solo van quedando canciones tristes, recuerdos que cada día se hacen más borrosos y una fotografía que por más que lo deseo, no consigo eliminar.

Después nacieron ellos, personajes de humo sin forma definida, sin hogar ni lugar de nacimiento, personajes que fueron concebidos para darles la vida que yo siempre soñé, la que sigo soñando cada día a pesar de que la distancia entre sueño y vigilia se va haciendo más grande, tanto que temo volver a soñar viviendo ahora que ya por fin había aprendido a vivir soñando.

12 abril 2006

Miguel, Lucía y los caprichos del destino

Como casi todas las tardes de lunes a viernes Miguel, sentado en un banco en el parque frente a las oficinas de Lucía, esperaba durante media hora para poder ver a Lucía durante el breve instante que tardaba en desaparecer tras la esquina. Para Miguel, Lucía o mejor dicho la idea que tenía de Lucía era simplemente la de la mujer de sus sueños.

Miguel tenía una pequeña tiendecita de artesanía que regentaba junto a su hermana en una callejuela de Lavapies. Lo que más vendían eran estrellas de mar que él mismo pintaba. Aquel sitio tenía un encanto especial, un buen puñado de esas estrellas, máscaras y algunos carteles de películas antiguas cubrían prácticamente cualquier hueco de las envejecidas paredes. El incienso con aroma a jazmin, junto a la música árabe que el vecino del local de al lado le regalaba tan a menudo, creaban un ambiente que bien podía recordar a cualquier tetería del Albaicín.

La última semana, Lucía no acudió a su especial cita de las 18:30 a la salida de su trabajo. El minuto y medio diario en el que Miguel despegaba los pies del suelo al verla había desaparecido. A pesar de no verla, Miguel no dejó de escribirle una pequeña carta, como cada día desde aquel mes de abril. En estas cartas sin destinatario ni remitente, Miguel se dirigía a Lucía y a modo de reflexión le contaba como se sentía cada vez que la veía, la deshacía en halagos, le describía con todo lujo de detalles como serían sus viajes soñados junto a ella y le preguntaba por qué no estaba con él.

Todo comenzó como un juego pero día a día, Lucía se estaba convirtiendo en una obsesión y cada noche, cuando no podía dormir, Miguel se preguntaba por qué tenía que pasarle algo tan absurdo a él.

Y he aquí, después de más de seis meses acudiendo a verla cada día cuando el destino quiso brindar uno de sus caprichos a este joven.

(continuará...)

11 abril 2006

Escuela de olvido



"Ven a la escuela del olvido
aquí aprenderás a borrar tu memoria
por fin volverás a sentirte vivo"


Mil preguntas me asaltan cada día, intento evitarlas pero son ineludibles.
No encuentro respuesta, más que cuestiones son reflexiones acerca de la condición humana, de los sentimientos en general, del amor en particular. La única respuesta que encuentro es que lo que podamos pensar acerca de estos temas va totalmente ligado a las experiencias vividas.

No creo en el amor eterno, me fastidia pensar esto puesto que muchas cosas importantes pierden sentido. ¿Qué puede uno buscar si no?

Pensándolo bien, lo importante en una relación es buscar salir de la rutina, intentar ilusionarse con nuevos proyectos, luchar por hacer feliz a quien tienes a tu lado, etc... Debe ser así pero ojalá no fuera necesario todo esto. Cuando el amor es fuerte, cuando estás hasta los huesos, entonces no necesitas buscar nada, las ilusiones, la novedad, los proyectos, los sueños, todo te busca a tí.

Es por esto que ante cualquier síntoma de enamoramiento, las personas que son más viscerales que cerebrales caen rendidas, porque quieren revivir aquello que les dio tanto y a lo que resulta tan complicado renunciar.

Pero el daño que podemos hacer a los demás y el que, inevitablemente, sufrimos nosotros mismos al dejarnos llevar por algo que ni siquiera existe es el precio que tenemos que pagar. Me dejé llevar y ahora no puedo evitar sentirme responsable de que las cosas no marchen bien, no debí hacerlo. Ahora mi conciencia, encarnada en miles de personas me señalan como responsable, ¿cuánto debo pagar?.

La justicia es una virtud que el amor desconoce. Podemos comprobarlo porque casi siempre hay una parte más fuerte que otra en cualquier relación. Sin duda, el día que se haga algo más de justicia en este complicado mundo, ya no hablaremos de amor, habrán muchas menos historias que escribir y por supuesto menos canciones que escuchar.

A veces duele recordar, todavía sigo aprendiendo a olvidar.