05 febrero 2007

Gracias

Lectores, visitantes, socias y socios, musas, ex musas, sueños y pesadillas; queridos o al menos estimados todos:

Me voy.
Hasta aquí los capítulos de la primera temporada. Aquí se quedan las pruebas de un experimento que yo solo creé y que ni yo mismo entenderé.

Después de quinientas noches todo vuelve a las más plana realidad. Para una bitácora como esta no creo que quede lugar.
Tal vez vuelva, pero seguramente con otro rostro, otro nombre y puede que con otro tema.

Estos ratos de ridículo intimismo compartido han sido enriquecedores aunque ha veces demasiado sentidos.

Gracias a todos por venir.

A mi socia Lorena (aka Del) con quien, como buena socia, sigo en contacto.
A Ara y por su helado que algún día llegará.
A Akua, por sus sigilosas visitas.
A Laura, por todas las estaciones de tren compartidas, y sobre todo, por nuestra querida luna llena.
A Esther, y a las segundas oportunidades que funcionan.
A Lena, por nuestras particulares luchas dialécticas que nunca tenían fin.
A mis amigos, porque los quiero demasiado como para enseñarles ésto.
A mi familia, por hacerme así fácil la vuelta después de tan larga ausencia.
A las quinientas noches que tardé en olvidarla y al día en el que terminé de contarlas.
A todos los sueños que por fin se empeñaron en hacerme despertar.

Ya que me voy dejadme que os desee un año lleno de sensaciones. Yo éste me lo tomo sabático.

Que nos os falten los atardeceres de Hopper, la pasión de B. Holiday, las manos de Vermeer, la mirada de Cartier-Bresson, la memoria de Chateaubriand y por supuesto la locura de Alonso Quijano.

Quizás algún día pueda contaros como fue aquel día en el que me emocioné sentado junto a ella en el Teatro de la Opera de París, o como fue ese amanecer compartido en el injustamente castigado Templo de Debod, o aquella noche en la que me enseño ese escondido mágico rincón de la Playa de los muertos, o quien sabe si tal vez tan solo os pueda contar como pasaron los días esperando todo ésto.

Y ya por último dejadme desaros que, por encima de todo, nunca os falte el amor.