15 febrero 2006

Nieva


Nieva
nieva mucho,
ha nevado.
Llegó temporal anunciado
eres el copo blanco inmaculado
que bailas mientras caes sobre mí
asfalto negro donde vendrás a morir.

lluvia, carrera y energía


Esta noche, la lluvía y las luces que vestían de gala las calles envueltas de aire fresco, me han hecho volver a sentir la necesidad de salir corriendo.
Y he corrido, movido por el extraño impulso de la energía sobrante que a todos, alguna vez durante la adolescencia, nos hizo saborear la sensacíon de inexistencia del imposible.

Llega la hora de transformar esa energía malgastada en éxito. La capacidad del emprendedor no reside en una cuenta corriente sino en su don para atraer hacia si el valor.

14 febrero 2006

Euros a ochenta céntimos

Segunda ronda de negociaciones. La primera, hace cinco días, un simple acercamiento y declaración de intenciones, hoy una conversación larga, de unas tres horas pero bastante poco constructiva.

Haciendo honor a la verdad, es una inyección terrible de autoestima comprobar la de trabas que te pone tu director general cuando decides salir de la empresa de forma aséptica, intentando no hacer ruído, evitando cualquier tipo de conflicto. No se fía nada de mí cuando le digo que tan solo pretendo ser el único responsable de mis errores y de mis aciertos.

Él, persona de mente retorcida y conciencia poco limpia cree que todos tenemos su forma de actuar propia de una familia de la venida a menos camorra napolitana: "el mundo de la informática es muy pequeño...". Por favor, que poca originalidad.

¿Qué confianza te puede dar que tu jefe te diga que abre una nueva oficina, de la que tú vas a ser socio al 40%, con una engordada nómina, capacidad de decisión total en tu perímetro, un paquete de stock options y entrando a formar parte del consejo de administración de la empresa matriz? A mi me suena a timo de la estampita, he visto como este hombre ha robado una empresa llenándose los bolsillos con la operación. Si realmente confía en mí, estará dispuesto a negociar una colaboración externa pero cada uno en su casa y Dios en la de todos.

Yo no compro duros a cuatro pesetas, o lo que es lo mismo, euros a ochenta céntimos, porque quien los vende una de dos, o es un ladrón, o es un timador.

Pasado mañana episodio tres, si una salida amistosa no es posible, le demostraré que sigo consiguiendo mis objetivos, no creo que sea tan estúpido ni tenga tanto ego para ponerme a prueba. Si la vida te da limones haz limonada, si eres una persona que crees en tí misma y además mucha gente cree en tí, si eres capaz de adaptarte a cualquier condición, si no te importa subir y bajar, entonces haz más limonada.

Hora de dormir,

continuará...

05 febrero 2006

Cambios, cambios de verdad, sin marcha atrás

Hoy me he despertado con la firme decisión de dar un giro importante a todo lo que concierne a mi vida. A pesar de que ésta no pasa precisamente por su mejor momento ni el plano personal, ni en el laboral, ni en cualquier otro, resulta esperanzador pensar que la felicidad no se encuentra en hechos externos.

Afortunadamente tengo la suerte de contar con la serenidad que otorga saber que el buen camino es aquel que dicta que la felicidad y éste, curiosamente, estriba en la forma de entender la propia palabra.

Todavía tengo la oportunidad de adquirir cierta autonomía, la que nos enseña el significado de la palabra libertad. Pero los días pasan, rápidamente, uno tras otro. Si no reacciono, si no lucho por ello, cualquier noche lamentaré no haber aprovechado las ocasiones que ahora se me presentan.

Estoy decidido a dar el paso y para ello espero que jamás me abandone la idea de que dos días iguales es algo indeseable incluso cuando éstos resultan maravillosos.

Ojalá el tiempo dicte sentencia y pueda entonces brindar el éxito a todas esas personas que algún día me ayudaron, y sobre todo a aquellas que siempre esperaron algo especial de mí.

Para que todos los días tengan su propia identidad
Para que pueda seguir regalando sonrisas
Para que nunca deje de robarlas
Para los que se negaron a pensar que era demasiado tarde
Para que los días grises se vistan de azul
Para que las almas se sigan desnudando sin tener miedo a resfriarse
Para que no existan los fracasos sino tan solo malos pasos
Para que nunca desaparezca la ilusión por comernos el mundo

Para los que en los tiempos de cierta lejanía y silencio en los que resultó bastante complicado reir se preocuparon por mí.

Va por vosotros.