30 diciembre 2005

2005. Cuaderno de bitácora

Cuaderno de bitácora:
"Libro en que se apunta el rumbo, velocidad, maniobras y demás accidentes de la navegación".

Querido 2005,
despues de este año de relación en la que no me he separado de tí ni un solo día quería decirte que has sido capaz de hacer gala a tu más famosa rima.
No por ello te voy a guardar rencor, tampoco voy a odiarte. Ni siquiera te voy a poner en la lista de años para olvidar porque también me has dado mis ratitos buenos. Sí, me has hecho llorar un par de veces pero me has dejado reir en más ocasiones que días cuentas.
Ahora que te vas, que nos separamos para siempre, en lugar de reprocharte voy a darte las gracias por haberme enseñado unas cuantas lecciones. Siempre pensé que lo mejor de una lección era aprenderla sin padecerla pero esta vez he tenido que sufrirlas.

Que los castillos y fortalezas no se construyen en dos días
que las prisas son malas consejeras
que la paciencia es la madre de toda ciencia
que hay que leer antes de pulsar en enviar
que una llamada tiene que tener un motivo y no venir por un simple impulso
que la indiferencia tiene su erótica y causa atracción
que el amor se encuentra cuando menos se busca
que su búsqueda lleva a la decepción
que las decepciones te hacen escribir canciones
que la desesperación trae a la locura y la locura a la escritura
que la última vez se convierte rápidamente en la penúltima cuando del corazón se trata
que cuando el viento sopla de cara debemos girar el timón
que si regalas estrellas debes dar el ticket de compra para que puedan cambiarlas
que un paso adelante pueden ser dos pasos atras
que un pasito al lado puede ser un salto adelante
que el silencio a veces es lo que más dice
que un beso jamás se puede rechazar
que un intento por olvidar siempre termina en un motivo para recordar
que si no eres justo con tus actos, acabas pagando
que la suerte, al contrario que la muerte hay que buscarla para encontrarla
que el amor sin sexo es peor que el sexo sin amor
que despues de una mala racha solo puede venir una buena

Por todo esto y mucho más, creo a pesar de tu sabor amargo me vas a hacer crecer, te mereces una digna despedida.
Mañana, al amanecer, saldré a navegar... y cuando perdamos de vista la costa, cuando estemos completamente a solas, te escucharé respirar por última vez, con los ojos cerrados. Entonces me despediré de tí sin poder decirte que nos volveremos a ver, esperaré a que una gaviota rompa el silencio de nuestro adios y antes de que cambie el viento retomaré el rumbo a tierra.

A tu sustituto, mi deseado 2006, le doy mi bienvenida, estoy impaciente por conocerle, por mimarlo y que me mime. Seré muy cuidadoso con la elección de las uvas de tú última noche y su primera madrugada.Esta vez, las feas no se quedarán para los últimos meses, esta vez las cambiaré.

Luces, cámara y acción, queridos amigos, anímense a participar en esta loca función.

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